La alimentación y la salud bucodental
Una buena salud bucal es el reflejo de una correcta alimentación y viceversa. Todo dentista infantil en Parla conoce la importancia de llevar una dieta equilibrada para cuidar la salud de los dientes y encías y prevenir las caries, la halitosis y la erosión dental. De la misma manera, una dentadura en buen estado nos va a permitir masticar bien los alimentos, el primer paso de una buena digestión.
Además de una correcta higiene dental y de las visitas de control periódicas, cualquier dentista infantil en Parla te sugerirá introducir el consumo de alimentos que neutralizan los ácidos, proporcionan minerales y vitaminas que reparan el esmalte dental y estimulan la saliva. Nuestros dientes también necesitan nutrientes como el flúor, el calcio y el fósforo.
Algunos alimentos recomendables para la salud de los dientes y encías son:
– Kiwi: su alta concentración de vitamina C favorece los niveles de colágeno en las encías.
– Lácteos: el calcio y fósforo ayudan a nivelar el ph de la boca. Por su parte, el queso es un generador de saliva.
– Manzana: combate la acumulación de placa bacteriana.
– Apio y zanahoria: ayudan a eliminar los restos de comida entre los dientes.
– Perejil: previene el mal aliento.
– Espinacas: el ácido fólico es recomendable para las encías sensibles.
– Frutos secos: las almendras contienen alto niveles de calcio, los anacardos estimulan la saliva.
– Té verde y negro: combaten las caries.
Por el contario, los mayores enemigos de unas encías y dientes sanos son los azúcares refinados (dulces y golosinas), las bebidas gaseosas, los zumos embotellados y los alimentos olorosos (por ejemplo, el ajo y la cebolla) y el café.
En la Clínica Dental Jerusalén te aconsejamos introducir unos hábitos de dieta saludables desde la infancia, cuando el esmalte es más débil. La prevención es la mejor medicina para una buena sonrisa.