Clásicamente a los aparatos de ortodoncia para niños y adultos, se les consideraba como de alta carga, transmitiendo fuerzas pesadas a los dientes para llevarlos a la posición más idónea de cada paciente.
Eso conllevaba molestias asociadas y consecuencias negativas como acortamiento de las raíces, tiempos largos de tratamiento y dolores durante los días entre las visitas.

Desde hace unos años nos hemos incorporado a la utilización exclusiva de sistemas de baja fricción: baja carga, con menos rozamiento en los aparatos alargando las visitas del tratamiento, minimizando las molestias y con aparatos más pequeños y cómodos. Ahí radica la importancia del aparato aunque a priori todos parezcan similares porque la biomecánica, el resultado y el tratamiento son completamente distintos.

Los aparatos de baja fricción están indicados para todo tipo de pacientes, niños y adultos, y están disponibles en las versiones metálica y estética.